Se inician las reuniones entre un grupo de intelectuales, académicos y empresarios que buscaban darle forma a la idea de construir una nueva universidad privada. 

Esta decisión tuvo importante resonancia en el acontecer nacional, pues dadas las condiciones críticas que vivía el país en general y la comunidad universitaria en particular, el esfuerzo emprendido representaba un compromiso no solo de apertura a otras opciones dentro del cerrado ambiente de la formación superior de entonces, sino una apuesta de alto riesgo en un clima nacional en el que ya relampagueaban las amenazas de un conflicto